lunes, 10 de junio de 2019

Me quedan dos horas escasas



En capilla, a las 3 horas del 3/7/41

Queridos hijos:

Estoy viviendo las últimas horas de mi vida y pienso en la vuestra. Quisiera poder daros un abrazo y, a pesar de la distancia que lo impide, os beso “in mente”. Seguir mi conducta, que siempre fue honrada; dejaros conducir por los buenos amigos que me acompañaron en el encierro; estudiar mucho y me honraréis con vuestra vida como yo os honro con mi muerte. 

Mirar por vuestro abuelo, querer a vuestros tíos, amar a vuestra madre y no olvidaros que Clarita hizo todo lo que pudo por salvarme sin que la guiase ningún egoísmo. Ser, vosotros, así de pródigos para vuestros semejantes. Muero tranquilo y orgulloso de morir por lo que muero. Quique, que vio mi Consejo, sabe cómo me porté.

Bueno, hijos míos, recibir un abrazo muy fuerte que os envía vuestro padre. Otro para el abuelo, María, mamá Petra, Familia Ponte, Villar, Francisca, tía Elisa, Mamerto y para todos los primos y demás. Me quedan dos horas escasas. ¡Adiós, hijos míos!

Vuestro padre.

Germán



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