Isidra era muy pequeña cuando lo vio por última vez vivo en la cárcel de Porlier en Madrid, el mejor recuerdo que tiene mi madre es que iba a verlo escondida por orden de mi abuela debajo del asiento del tren porque no había ni para pagar su billete, y que la cogía en sus rodillas y le enseñaba a respetar la naturaleza con un pajarito indefenso en sus manos. Marta Rodríguez (nieta)
lunes, 10 de junio de 2019
A mi hija Isidra
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